Yuna Hoshino paseaba por las vetustas calles de Les Corts sosteniendo un mapa, como lo haría cualquiera de los miles de turistas japoneses que visitan Barcelona cada año. Solo que Yuna no era una turista, sino que llevaba 15 años recorriendo el casco antiguo de la Ciudad Condal; disfrutando del arte, la gastronomía, el mar y de la gente de Barcelona. Tras contactar con varias inmobiliarias y descartar innumerables propuestas en Internet, Yuna se topó con una consumida finca modernista de altos ventanales y balcón de hierro. Se enamoró al instante. El flechazo fue tal que sintió la imperiosa urgencia de avisar al propietario desde la misma calle. Era la casa que buscaba.
El piso contaba con numerosos tabiques y tanto el techo como las paredes estaban cubiertos de yeso. El principal objetivo de Yuna era “convertir la vivienda en un loft pero manteniendo las estructuras originales”, además de preservar la larga historia del edificio como sugería la gastada madera de las vigas y las ventanas. Decidió buscar en Habitissimo.
“Enseguida contactaron conmigo 4 profesionales, a los que luego se sumaron 3 propuestas más”, detalla. “Fue muy difícil elegir, resultó totalmente agotador, pero aprendí muchas cosas. Al final me decanté por la primera persona que visitó el piso para elaborar un presupuesto, Sergi Pons”. Yuna se muestra muy satisfecha con el trabajo de Sergi: “Es muy profesional. Un buen arquitecto, sin duda. Desde el primer día captó completamente mis ideas, era muy fácil explicar cómo quería el piso. Además se encargó de todo el papeleo, quitándome de encima un montón de preocupaciones”. La obra cumplió con los plazos y los costes acordados.
Cada día, después del trabajo, Yuna visitaba el piso sola para comprobar cómo progresaba la obra. “Fue muy emocionante el momento en el que aparecieron las vigas del techo y las piedras de las paredes”.
Ahora Yuna vive en el piso nuevo con sus gatitos. El particular techo -no toca con el piso de arriba- del cuarto de baño es su lugar favorito de la casa. “Cuando estoy cocinando los gatos me observan desde ahí arriba. Creo que son felices viviendo aquí, es nuestro hogar“. Yuna explica que quería un espacio con encanto y acogedor al que pudiera invitar a sus amigos. “Todos me dicen que lo he conseguido”, concluye dichosa.